Hijita:
Subí la cuesta apoyado en mi bastón para buscar el correo. Con esfuerzo recogí unas basuras que irresponsables arrojaron a la orilla del camino. Hablé con los árboles y con el horizonte. Silencio. Le puse el dedo pulgar a la media luna en el azul para que pareciera mi uña, como lo hacia contigo cuando eras pequeñita. Al abrir el buzón encontré tus ecos. Te ama, tu padre.
©Héctor Luis Rivero López
Puerto Rico
http://cuentosycuentinimos.blogspot.com
4 comentarios:
Gracias por participar.
Qué carta tan tierna y a la vez tan triste. ¿Tendrá respuesta? Lo deseo.
Qué triste, espero que sea sólo una ausencia temporal y no definitiva.
Un gusto contar contigo en este Vendaval
Fue un placer, gracias a todos. Un abrazo.
No puede ser un micro más tierno, más simple y... más tierno (si, dos veces)
Un placer.
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