domingo, 19 de junio de 2011

NOCHE LOCA

En algún punto de no sé exactamente qué momento del día, empecé a ser consciente de la claridad que entraba por la ventana y me pregunté por qué había cambiado mi rutina de bajar la persiana, como todas las noches. Justo a un segundo de lucidez de este pensamiento recordé fragmentos de la noche anterior y también descubrí, contrariado, que no recordaba cómo había llegado a casa. Hacía demasiados años que no alcanzaba ese punto etílico así que desperezar el cuerpo me costó más que de costumbre y sentí un dolor punzante en el omóplato derecho mientras el resto de mis músculos intentaban responder a las órdenes de mis neuronas. Veía borroso… ¿había sido capaz de quitarme las lentillas? Arrastré mi ánimo hasta el baño sólo para descubrir una banqueta colocada justo en frente del lavabo y un montón de agua por el suelo. En el espejo, con carmín, “Llámame”.

© Sonia Seijas
España
http://blog.laopinioncoruna.es/laserinias/

3 comentarios:

Anita Dinamita dijo...

¿Qué pasaría en ese baño? Pensé que estaba muerto, así cierra mucho más optimista.
Un abrazo

Anónimo dijo...

A mi, como a Ana, también me ha dejado pensando en qué pasó, pero yo soy más pesimista.
Buen micro

Luisa Hurtado González dijo...

Teniendo en cuenta que no se acuerda de nada, no sé como va a llamar a "alguien" a "algún" múmero.
Me quedé en ascuas. ¿La del carmín incluyó esa información en el mensaje?