domingo, 19 de junio de 2011

¿PUEDES AMARME, SILABARIA, Y DARME UN BESO SUSTANTIVO

Durante un tiempo me alcanzó con mirarla, pero quise más. Temía que mis palabras sonaran insípidas al lado de las mieles de ese libro que siempre tenía en las manos. Tomé coraje, me acerqué, ella me miró a los ojos: debí preguntar a las palabras si en verdad las había dicho.

© Mariángeles Abelli Bonardi
Argentina

3 comentarios:

julia dijo...

Parece que el pobre muchacho, se quedó sin más y sin el beso.
Me gustó (el mini, no que se quedara "sin").
Siempre es un gusto leerte.
Julia

Luisa Hurtado González dijo...

Que triste. No hay nada peor que no ser escuchado. Pobre.

Anónimo dijo...

Precisos, simplemente. Y el título me encanta.

Gracias por mandarlo