domingo, 19 de junio de 2011

MIRADA PENETRANTE

"¿Por qué me mira así?", me pregunto.
Observo mi chaqueta en busca de manchas y no encuentro ninguna.
"Quizás sea algo que tengo en la cara", me digo interiormente. Toqueteo todas mis facciones para llegar a la conclusión de que están limpias.
Pero él sigue clavando sus ojos en mi alma. Voy al servicio del restaurante para observarme en el espejo. Estoy impecable, ni un solo defecto. Tras diez minutos observándome, me rindo y vuelvo a  mi mesa, agobiado porque sé que una mirada taladradora como esa debe tener alguna causa.
Cuando me siento, él está saliendo, golpeando el suelo con su bastón blanco.

© Miguel Andrés Castaño (macyo)
España

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Buen giro final: se demuestra que cuando nos miran, nos miramos a través de los ojos del otro.
Un fuerte abrazo,
PABLO GONZ

puri.menaya dijo...

Las miradas ciegas nos taladran hasta el alma.
Buen micro y gran final.

Luisa Hurtado González dijo...

Lo comenté en tu blog. Tienes que haberlo visto, Luisa