domingo, 19 de junio de 2011

TARSHISH

Dios prometió a Abraham una tierra donde brotan la leche y la miel. Éste guardó su palabra y la transmitió a sus descendientes. Durante el reinado de Salomón, eran varias las naves hebreas y fenicias que viajaban miles de kilometros para traer oro y muchas cosas más de Tarshish. Por esa época se instalaron en la península ibérica comunidades hebreas, llamandola Sefarad. Unos siglos después, nació Jesús, y unos reyes magos le trajeron incienzo, mirra y oro. El incienzo representa el sacerdocio, la mirra una muerte próxima, ¿y el oro?... Aparentemente su reinado, ¿pero dónde? Los hebreos fueron expulsados de Sefarad; muchos, convertidos al cristianismo, fueron a América; allí se encontraron con algunas tribus que habían tenido contacto con los navegantes del rey Salomón. Hoy, son millones los sefarditas que habitan en Tarshish, la tierra del oro, donde brotan la leche y la miel.

© Luciano Doti
Argentina
http://letrasdehorror.blogspot.com

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias por participar.

¿Y el oro? A ver si resulta que hemos mandado a América a centenares de conquistadores en busca del Dorado y resulta que está en Jerusalén.

Buen micro.

Luisa Hurtado González dijo...

Dios, ¿hemos perdido la pista del oro? En fin, menos más que tenemos controladas la leche y la miel. ¿No es eso?

Luciano Doti dijo...

La "tierra prometida" en este caso sería América, donde habrían llegado los navegantes del rey Salomón, y hoy habitan muchos descendientes de sefarditas. Tarshish podría ser España, o la propia América (donde en efecto hay leche, miel y oro -con la carga simbólica de éste-), ¿quién sabe? Es todo en modo condicional, de nada hay certeza.