domingo, 19 de junio de 2011

CRIMEN ONÍRICO

Me desperté tenso y con el corazón agitado. Había soñado de nuevo con la muerte de alguien cercano. Y como si esto no fuera suficiente para que me altere, el protagonista del asesinato era yo. Intenté calmarme, pero los nervios obligaban a mi cerebro a traer del recuerdo las imágenes del cuchillo perforando a mi jefe. Sentí náuseas, al igual que las demás veces que desperté de una pesadilla como esta. Pero no podía quedarme en mi cama, debía buscar pruebas de los homicidios para descartarme como sospechoso de una vez. Abandoné mi habitación con la rapidez de una saeta y recorrí cada una las alas de mi casa. Sin embargo, no hallé absolutamente nada. Todavía no convencido de mi inocencia, llamé a la empresa avisando que iba a faltar hoy y me dijeron que estaban de luto por la muerte de mi superior.

© Marisel Ivana Funes

Argentina

3 comentarios:

Luisa Hurtado González dijo...

Debió de quedarse con un mal cuerpo increible aunque, quizás con el tiempo, pueda sacar partido.
Vete a saber.

Anita Dinamita dijo...

Qué sugerente este final abierto, me gusta mucho el misterio que nos dejas... matar en sueños?
Un abrazo

Anónimo dijo...

Buen final, como te han dicho

Muchas gracias por venir por aqui