domingo, 19 de junio de 2011

SINCRONÍA

A las doce en punto entra en la discoteca. Nada más bajar las escaleras y escuchar los primeros compases, bum, bum, su ritmo cardíaco se acompasa con la música electrónica. Bum, sístole. Bum, diástole. El corazón empieza a bombear sangre y química al ritmo exacto de los bombos y los platos. Se mueve a golpes, autómata, acorde con los impulsos sonoros que arrojan los altavoces. Bum. Sístole. Bum, diástole, bum, sístole. A medida que la sesión avanza y los loops se aceleran, el corazón se contrae, bum, y se dilata, bum, con más rapidez para ajustar los latidos al golpeo de esos sonidos repetitivos. Bum, sístole, bum, diástole, bum, sístole, bum, diástole, bum, sístole...
A las cinco en punto apagan la música y encienden todas las luces del local.

©Victor Lorenzo
España

8 comentarios:

AGUS dijo...

Víctor muy visual y rítmico. Por cierto, ya verás que coincidimos en sístole y diástole.

Abrazos.

Propílogo dijo...

Siempre me ha parecido que cuando encienden las luces parecemos todos un poco más muertos...
Rítmico, sí. Muy bueno.
Saludos

Anita Dinamita dijo...

Desde luego que esas luces matan!!!
Yo fui camarera unos añitos de universidad y adoraba el momento de matar a los borrachines que quedaban por las esquinas, je je
Abrazos

Laura E. dijo...

Entonces dejó de latir?
:)

Maite dijo...

Creo que este micro, a través de su sonoridad, produce exactamente el efecto en el lector que el autor quería provocar, eso no tofo el mundo es capaz de hacerlo, he "vivido" el texto en cada latido y en cada grave y agudo acústicos

Anónimo dijo...

Confieso que, alguna vez, esas luces me pillaron dormido. Tu micro, no
Gracias por participar

Luisa Hurtado González dijo...

Sí, alguna que otra vez, las luces me pillaron allí y la música cesó. Estoy con Propílogo, creo que en ese momento todos estábamos un poco más muertos.

Víctor dijo...

Joder, Agus, pues sí. Y esa coincidencia da un poco de miedo. Propílogo: gracias por el comentario, y sí, tienes razón, a esa hora somos ya cadáveres. Anita: no seas cruel, que yo fui uno de esos borrachines a los que matabas con las luces. Laura, eso parece, aunque el final te lo montas como quieras. Gracias, Maite, me costó encontrar el ritmo. Por lo menos veo que te gustó. Y eso ya es un qué. A mi pocas veces me pillaron dormido, Depropio, aunque muchas otras veces me durmieron. Luisa, gracias por el comentario. Eso es, un poco más muertos (que ayer pero menos que mañana). Abrazos a todos y gracias por comentarlo (aquí y en mi blog).