Los trabajos se eligen por vocación. O resulta interesante. O porque no queda otra.
Hay trabajos que nadie quiere hacer. Sin embargo alguien tiene que hacerlos.
Pensarán que estoy hablando de trabajos asquerosos o que necesiten de mucho esfuerzo, tal vez demasiado riesgosos. Hasta pueden llegar a pensar que hablo de trabajos ridículos, que generan risotadas estruendosas en los observadores. Ni siquiera hablo de labores solitarias, bajo tierra o flotando en el espacio. Tampoco de tareas dolorosas. Menos se acercan los que piensen que me refiero a profesiones denigrantes.
Pronto sabrán de mí. Por única y última vez.
Soy el hacedor de la nada.
©Gabriela Baade
Argentina
www.quimicamenteimpuro.blogspot.com/search/label/Gabriela Baade
4 comentarios:
Enorme vértigo. Muy bien logrado. Me gustó mucho.
Abrazos,
PABLO GONZ
La última palabra del micro te remite al principio. perfecto micro circular, Gabriela.
Abrazos
Gracias por participar.
Hacedor de la nada es una expresión que te atrapa intentando, sin éxito, desentrañarla.
Hacedor de la nada??? Tienes razón, es un trabajo horrible.
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