En el instante en que la farola se apagó inesperadamente, todos detuvieron el paso por miedo a tropezar. Solamente mis zapatos continuaron hacia adelante, confiados y decididos. Todo tiene sus ventajas. Incluso ser ciego.
Efectivamente en todo hay ventajas. Yo, por mi parte, he vivido alguna vez algo parecido a lo que dices. Yo me he oido decir: "Espera que enciendo la luz, que no veo" y ser consciente de estar diciéndoselo a un ciejo partido de risa por mi minusvalía.
4 comentarios:
Buen final.
Uno de los mecanismos clásicos del microrrelato: el cambio de perspectiva en la última palabra. Muy bien empleado.
Abrazos,
PABLO GONZ
Gracias por participar.
Algo similar contaban de un director general de la ONCE, que siempre negociaba en habitaciones a oscuras para llevar ventaja.
Efectivamente en todo hay ventajas. Yo, por mi parte, he vivido alguna vez algo parecido a lo que dices. Yo me he oido decir: "Espera que enciendo la luz, que no veo" y ser consciente de estar diciéndoselo a un ciejo partido de risa por mi minusvalía.
Publicar un comentario