domingo, 19 de junio de 2011

HUÍDA A CIEGAS

En el instante en que la farola se apagó inesperadamente, todos detuvieron el paso por miedo a tropezar. Solamente mis zapatos continuaron hacia adelante, confiados y decididos. Todo tiene sus ventajas. Incluso ser ciego.



© Iñaki Irisarri

España


4 comentarios:

Elisa dijo...

Buen final.

Anónimo dijo...

Uno de los mecanismos clásicos del microrrelato: el cambio de perspectiva en la última palabra. Muy bien empleado.
Abrazos,
PABLO GONZ

Anónimo dijo...

Gracias por participar.

Algo similar contaban de un director general de la ONCE, que siempre negociaba en habitaciones a oscuras para llevar ventaja.

Luisa Hurtado González dijo...

Efectivamente en todo hay ventajas. Yo, por mi parte, he vivido alguna vez algo parecido a lo que dices. Yo me he oido decir: "Espera que enciendo la luz, que no veo" y ser consciente de estar diciéndoselo a un ciejo partido de risa por mi minusvalía.