domingo, 19 de junio de 2011

EL PLURIEMPLEADO NÚM. XIII

Vendrían 40 días de lluvias, acepté un empleo temporal de carpintero. Luego fui cazador, con una red y un lazo junté especies; por último, firmé varios contratos a tiempo parcial como patrón de barco, grumete, pinche de cocina, veterinario y guarda de zoo. Atraqué entre las manchas de petróleo del puerto y pisé tierra. En los días siguientes, apalabré un contrato eventual, así fiché como descargador de muelle. Finalmente me limpié el sudor con la manga de mi camiseta del Barça y descansé. Miré a mi alrededor, esperanzado de obtener una ayudita por tanto trabajo, pero no. Habían desaparecido hasta las oficinas del paro.

© María Dolores Rubio de Medina
España

3 comentarios:

ESPERANZA dijo...

No me extraña que hayan desaparecido las oficinas del paro! ¡si todos trabajan como el protagonista...no hacen falta!

Buen micro, compañera

Un abrazo,

Anónimo dijo...

Gracias por participar.

Si tu protagonista sigue acaparando todos los trabajos, lo fácil será que intenten acabar con él.

Un Noé estresado...

Luisa Hurtado González dijo...

Teniendo en cuenta que todo lo hace él, no me extraña que no encuentre oficinas del paro. Tendría que abrirlas él, para incribirse y empezar el papeleo.