domingo, 19 de junio de 2011

CASO CERRADO

Jaime tomó el recibo del parking y condujo su BMW hasta la calle, acompañado únicamente por el perfume de Laura enroscado en su cuello.

Laura se demoraba en la habitación del hotel que acababan de compartir, tratando de eliminar en su cuerpo las huellas de aquella explosión hormonal que, como una mala gaseosa, había tardado escasos minutos en desbravarse.

Tras varios meses y recursos, la sentencia había sido favorable. Se sentía aliviada. "No era un mal abogado, después de todo." 
Con la toga puesta y visto desde el banquillo de los acusados, Jaime parecía más atractivo.
Se dijo.

Suspiró. Se atusó el pelo y salió de la habitación.

Jaime llegó al despacho minutos después y colocó el expediente de Laura en la pila de casos cerrados. Dando también por concluido su pacto semanal de encuentros furtivos que nunca sobrepasarían los límites de las sábanas ni del secreto profesional.

© Concha Mayo Novo
España

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy bueno. Me gusta el ambiente de suspenso que creas.
Un cordial saludo,
PABLO GONZ

Anónimo dijo...

Gracias por participar.

Quizás elegí mal mi profesión a la vista de lo que cuentas... ;)

Concha Mayo dijo...

Hombre... no sé yo... Mejor un buen vino que una mala gaseosa ;)

Gracias a los dos por vuestros comentarios. Ha sido divertido participar!

Luisa Hurtado González dijo...

Todas las profesiones tienen sus pequeñas e inconfesables historias. Las personas podemos llegar a ser muy creativas, viviendo, contando,...