domingo, 19 de junio de 2011

ABSURDA FATALIDAD

La niña cayó a las vías cuando el tren pasaba; la locomotora cesó su marcha a trompicones, golpeándose una y otra vez contra ella. Su hermano lloraba desconsolado al verla tirada allí, destrozando su juguete favorito. Enfadado, el niño decidió vengarse lanzando el juguete nuevo de su hermana por el balcón. Encaramados a la barandilla los pequeños forcejeaban entre manotazos y tirones cuando, al fin, una mano cedió. ¡No!, se oyó gritar mientras caía al vacío, impactando de lleno sobre una vecina, la frágil muñeca de porcelana. 

13 comentarios:

Gente del Sendero del Agua dijo...

Hola Sara. Ya sabía que te encontraría por aquí. Yo también participé. Tu micro vuelve a ser una delicia. Un saludo.

Anónimo dijo...

Muy inquietante, Sara. Me gustó mucho.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ

Sucede dijo...

Qué dureza Sara!!
Pobre vecina!! jeje, porque esa muñeca de porcelana... no sería en realidad la niña verdad? Dime que no!
Estupendo micro!
Un abrazo!

Elisa dijo...

Uf, vaya manera de jugar con el lector. Yo me había quedado tranquila y ahora Sucede vuelve a inquietarme. Que no, que no, que tiene que ser la muñeca la que se cae.
Muy bueno, Sara.

Sara Lew dijo...

Gracias Juan, Pablo, Sucede y Elisa por vuestros comentarios.

Un vendaval de abrazos.

MJ dijo...

Otro gran micro, Sara.
Te felicito de corazón. Es realmente inquietante.

Besos.

Rosa dijo...

Qué susto todo el micro creyendo que era un niño el que se iba a caer...Muy bueno.

Saludos desde el aire

Elysa dijo...

Gran micro, Sara, provoca mucha inquietud...
Besos

Sandra Montelpare dijo...

Qué bueno, Sara!! Quiero creer que es la muñeca, quiero creer.

Anónimo dijo...

Gracias por participar.
Ostras, Sara, qué susto. Lo he leido dos veces para asegurarme de que no había muertos...

Nicolás Jarque dijo...

Sara que bueno. Aunque ese final te deja un poco....

Un saludo.

Sara Lew dijo...

Este micro juega un poco con esos "sustos" que nos damos los padres con los niños, ese temor de lo que puede pasar si los dejamos un ratito solos en casa.
Gracias a todos por vuestros comentarios.
Un vendaval de abrazos.

Luisa Hurtado González dijo...

Lo he leído, se me ha encogido el corazón, y lo he vuelto a leer. Vale, soy lenta y ya lo he comprendido pero.......¿por qué la desazón sigue rondándome?