domingo, 19 de junio de 2011

SUS MANOS, MIS FANTASÍAS

Entro sola en la habitación, me quito la camisa y me tumbo bocaabajo. Al poco escucho sus pasos, que se acercan a la camilla. Pide que me desabroche el pantalón y lo coloca más abajo de las caderas. Contengo la respiración. Acerca sus manos a mi cuerpo, recita unas palabras en voz muy baja y comienza el masaje. Tiene las manos fuertes, tibias, y las palmas ásperas. Con ellas recorre mi espalda, desde el coxis hasta la nuca, con una ligera presión. Imagino que me está acariciando. Me asusto, ¿puede leerme el pensamiento? Me relajo, ¿qué más da? Si sabe lo que pienso, seguro que le gusta. ¿A quién no? La fantasía dura 20 minutos, cada día lo alarga un poco más. Ayer añadió los brazos y hoy los pies, ¿el próximo miércoles me pedirá que me de la vuelta?
De momento, me conformo. El sábado, ya veremos.

© Ana Crespo
España

6 comentarios:

Fortunata dijo...

Quizá sienta las fantasías, pero es su trabajo.

Nicolás Jarque dijo...

Muy erótico y muy bueno. Me encantó.

Un abrazo.

Rosa dijo...

Muy bueno...Viva la imaginación!!!

Saludos desde el aire

Luisa Hurtado González dijo...

Muy sugerente, mucho.
Buena invitación a soñar, a imaginar, a dejarse llevar...como si estuviéramos recibiendo el masaje tambien nosotros.

Anónimo dijo...

Pues podías haber enviado el relato una semana más tarde a ver en qué queda la cosa... Muy sugerente.

Gracias por enviarlo, aunque sea una semana antes...

Anita Dinamita dijo...

bufff, qué sugerente... quiero más!!!
Abrazos