La araña pasó toda la noche tejiendo su tela entre las aspas del ventilador. De madrugada, los primeros insectos habían caído en la trampa, y a la salida del sol algunos aún batían sus alas con evidente desespero. Cuando el hombre se incorporó del lecho y encendió el aparato, una lluvia de bichos pringosos le salpicó en todo el cuerpo. De esa manera, la araña dio por expresada su más enérgica protesta ante el uso (a todas luces arbitrario y desproporcionado) del insecticida.
(c) Pedro Herrero
España
http://humormio.blogspot.com/
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10 comentarios:
Buenísimo, Pedro. Me ha encantado esa venganza arácnida.
La araña es una indignada. Me ha gustado mucho. Saludos.
muy divertido, se lo merecía
Me encantó.. la araña es una ídola jajaja
Jajaja me imagino al hombre lleno de insectos. Muy divertido Pedro.
Muchas gracias por vuestros amables comentarios.
Muy bueno, me ha encantado.
Un saludo.
Una araña muy lista. Como las que deambulan alrededor de mi caravana sean como ella, tengo un problema del copón.
Muy bueno y, sinceramente, qué asqueroso ja ja
Gracias por enviarlo
Ja, ja ja, buenísimo ¡arañas indignadas!!!
Abrazos
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