domingo, 19 de junio de 2011

PARODIA

Conociendo la afición de su marido por escribir hilarantes remakes de cuentos populares, no pudo sorprenderse el día en que, tras un tierno beso, se transformó en sapo.

© Raquel Vázquez
España
http://nieblaeterna.blogspot.com

3 comentarios:

Maite dijo...

Hay que tener cuidado con los papeles que se representan en la vida, o los que uno imagina, a veces puedes terminar creyéndotelos ;)

Luisa Hurtado González dijo...

Mira, ahora puede elegir: entre darle un beso y ver si vuelve como príncipe o dejarle castigado.
Cuanta inteligencia encierran los cuentos clásicos.

Anónimo dijo...

Ja ja Peor hubiera sido que se transformase en princesa, ¿no crees?

Gracias por enviarlo.