domingo, 19 de junio de 2011

OLEADA DE AMOR

Aquel día comenzó un verano que nunca olvidaría. Los rayos de sol entraban dando calor a su fría casa, debido a las sombras proyectadas por los edificios adyacentes.  Se despertó con los cantos de los canarios de su vecina, ya que dormía con la ventana abierta. Se duchó, desayunó y salió a la calle. Cuando la vio, supo que era el destino el que la había puesto delante de él, y que él estaba allí porque así tenía que ser. Ella trabajaba en el supermercado al que se dirigió aquella mañana. Era nueva, sino ya la habría visto antes. Decidió hablar con ella, primero sobre algo que comprar, la conversación siguió y quedaron para ir a la playa, pues libraba por las tardes. Y en la playa surgió algo más, algo que podría haberse truncado con aquella ola enorme y la resaca posterior, pero que yo no permití.

©Miguel Ángel Salazar
España

3 comentarios:

Sucede dijo...

Qué micro más amoroso! Pese a no ser muy metódico y yo no acercarme demasiado al romanticismo, me parece que en sí, es muy bonito.
Ese Miguel que va camino de ser escritor!! jeje

Anónimo dijo...

Gracias por participar.

Es que la vida en realidad depende de esos detalles: la ola que no se te lleva, el autobús que pierdes, la llamada que no haces....

Luisa Hurtado González dijo...

Como dice Depropio la vida está llena de los detalles que ocurren y que no ocurren, de la combinación aleatoria de todos ellos. Por eso, tu micro está vivo.