- ¿Tú qué votas?- dije yo que para eso era la mayor.
- ¿No puede quedarse?- preguntó Nico con cara de pena.
- ¿Recuerdas el camión de la basura? ¿Y la hormigonera?
- Dijo que fue sin querer.
- ¿Y lo de los cromos del Real Madrid?
- Él no fue.
- Yo lo vi.
- ¡Mirad!- dijo Álex.
Acababa de pisar el cañón de plastilina.
- ¿Lo ves?
- Nico comenzó a llorar.
- ¿Y qué le diremos a mamá?
- Lo de siempre, que se ha marchado. No te preocupes, ya nos encargamos Álex y yo- dije mirando el jardín a través del cristal de la ventana.
© Lola Sanabria
15 comentarios:
Gracias, Maite. Te debo una.
Mil besos.
Ahora te encuentro. Qué bueno, Lola. Ese mirar a través del cristal lo dice todo. Graciar por la joya.
Abrazos.
Gracias a ti, Agus. ¡Cómo no ibas tú a decirme algo!
Besos a pares.
Qué gran relato, Lola. Desde el título, esa belleza que duele.
Mil y un besos
¡Qué bonito Lola!
Un abrazo.
No sé intuyo que esa mirada a través del crital está cargada de tristeza. Hermoso título.
Besos
Ese que le diremos a mamá cargado de complicidad... me ha ganado.
Saludos desde el aire
Patricia, Nicolás, Elysa, Rosa, mil gracias por comentar.
Besos a puñados.
Lola, tu almendro es un pequeño tesoro ;) Besos
Soy hermana mayor de modo que... entiendo y me reconozco en algunas de las cosas que cuentas: ese hablar primero, ese "ya nos encargamos", esa mirada...
Buff, qué dura te has puesto. (si no lo he entendido mal).
Gracias por participar.
Jope Lola, nos hemos puesto de acuerdo con los sopapos esta vez :-)
Es precioso y muy triste... y la elipsis, un personaje más. Excelente, cómo no...
Muchos besos
Gracias Maite. Tú sí que eres una joya.
¡Ay, las hermanas mayores, cuánto de arrastre lleváis! Gracias Luisa.
Lo has entendido muy bien, Fernando. Muy dura, sí. Gracias.
Rocío, es que a mí también me va la marcha. Gracias.
Besos a repartir.
No sé pero algo se me escapa, será porque soy la pequeña :(
Un abrazo!
Vuélvelo a leer, seguro que lo coges.
Besos sin escapatoria.
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