Dejó pasar un tren. Miró la llamada perdida de su móvil. Llamó.
Escuchó sus insultos aún dolorosos , recordó sus golpes...la humillación. Se subió al siguiente tren.
Escuchó sus insultos aún dolorosos , recordó sus golpes...la humillación. Se subió al siguiente tren.
@Chelo Camoeiras Ribao
España
5 comentarios:
Atrás lo que no vuelve. Adelante el horizonte.
Siempre es un buen momento para empezar en otro tren
Abrazos!
Es un gran microrrelato que juega con la vida y los trenes.
Enhorabuena.
Algo hizo él bien: insultarla de nuevo.
Ella sólo necesitaba un empujuncito para subir al siguiente tren, gracias a él lo hizo.
Chelo, lo bueno de los trenes para tu protagonista es que no pueden dar la vuelta...
Gracias por tu soplo
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