—Caperucita, te voy a comer…
—Claro, ese es tu papel, Lobo…
—¿Mi papel…? No entiendo…
—¡Qué torpe eres, bicho peludo! No entiendes nada, yo soy la niña y tú el monstruo, en el cuento me salvo.
—Pero eso no es posible…, soy el verdugo, debes ser castigada por los asesinatos que has cometido.
—¿Las abuelas que envenené? Yo sólo les llevaba comida, estaban enfermas. Cuándo lean este cuento ¿a quien creerán? ¿A un asqueroso lobo peludo o a una angelical niñita como yo? Piénsalo…
—Pero… los jueces han dictado sentencia, se te ha impuesto la capa roja de los asesinos y tu condena es morir devorada.
—¡Bueno…! Ya veremos como queda esto…. Mi padre es banquero y tiene muchos cazadores…
—¿Banquero…? Pues estoy perdido… esos lo compran todo, hasta los finales de los cuentos.
©Elysa
España
http://elystone.blogspot.com/
6 comentarios:
Buenísimo Elysa!!!
Me ha encantado, y el final espectacular!!!
Abrazos!!
¡Vaya con esta Caperucita! Lo tiene todo calculado y bien pensado. Buen micro Elisa, este pobre lobo no tiene salvación.
besos
Los banqueros los pueden todo ¡Anda que no! :-)
Buen micro, Elysa.
Un beso.
¡Qué bueno! Es tierno, es divertido, es una fantástica crítica social. Enhorabuena. Me encantó.
Besos de niña mala.
Genial el cierre!! Qué original vuelta de tuerca a Caperucita!!
Vaya con la Caperucita, una joyita. Desde hoy voy a ver los cuentos clásicos con otros ojos.
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