Recuerdo la casa larga y apretada. Las baldosas despegadas del pasillo sonaban, al ritmo de mis pasos, como desafinadas notas musicales.
Por las mañanas, la radio ocupaba el espacio familiar. Las tardes eran Para Elisa.
© Federico Fayerman Martínez
España
6 comentarios:
donde dice musica, debe decir musicales.
música de ladrillos
Hermoso, Federico. Me gusta encontrarte por aquí.
Abrazos fuertes,
PABLO GONZ
Precioso micro Federico.
Abrazos, visitaré el huerto de las palabras.
Las casas tienen música, como las personas; aunque no todos son capaces de oir.
Tú sí, tu ves y lo que es mejor: nos lo cuentas.
Ese último párrafo es hermoso y crea una imagen tremendamente familiar.
Gracias por aportarlo.
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